Va a hacer un año desde mi última entrada.
Aún, a día de hoy, no sé, a ciencia cierta, si me estuve engañando o si por el contrario todo fue real... La verdad que eso ya me da, en cierta forma igual, quiero creer que fue todo cierto y que no me engañaba. Ahora sé que puedo querer las cosas que tengo y que no a los dos días vaya a decir: "No ya no te quiero". Ese miedo me lo ha quitado de cuajo una persona que conocí poco despues de mi última entrada.
Ambos estabamos más o menos en la misma situación, fastidiados por nuestros respectivos amores no correspondidos y nos hicimos amigos. Un par de meses después, paso de ser mi amigo a ser mi vida completa, a dedicarse en cuerpo y alma a mi plena felicidad y yo a la suya. Nos entendiamos (y nos entendemos) a la perfección y ahora, (durante estos últimos ocho meses) he descubierto que jamás había querido a nadie como a él y aunque antes he querído muchísimo a otras personas, nadie se le puede comparar. No con esto quiero decir que nuestra relación sea de cuento de hadas y super perfecta, ni por asomo, ninguno de los dos somos perfectos ni de lejos. Discutimos y nos mosqueamos, pero luego lo hablamos todo, ya que hablando se solucionan todos los problemas, para algo estamos dotados con el don de la palabra.
Estos ocho meses han sido los mejores de mi vida, he podido descubrir que hay gente como él, que ayudan al resto sin pedir nada a cambio, que se preocupan, que se comprometen y que se pueden contar con ellos para cualquier cosa.
Después de lo que me paso hace un año, creí ciegamente que nunca más me iba a volver a enamorar de nadie, pero él, no sólo ha conseguido que me enamorara de él, si no que cada día consigue que me enamore más y más de él, y espero que eso nunca cambie, pues es algo que realmente admiro mucho de su personalidad, la facilidad que tiene de tenerme siempre tan tonta.